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LIEBREDEMARZO

Eros y Psique

Caía en mis manos este pequeño librito el pasado fin de semana y que, sinceramente, tras terminar su lectura, no entendía si tenía moraleja o simplemente (esto sería lo más grande) se trataba de una bella y hermosa historia contada sin necesidad de aditivos y conservantes. Por ello me puse rauda a leer el anexo que todas las obras editadas por Atalanta, ponen sello y broche final al libro.

Pero creo que es necesario copia la definición que hace la RAE de la palabra VOLUPTUOSIDAD: Complacencia en los deleites sensuales.

Psique, la más bella mujer que el hombre haya contemplado jamás es desgraciada en amores y para nada quiere tanta belleza si la misma es causa de su desgracia pues hasta Venus la envidia y le desea todo tipo de males, males que son suplicados a su idolatro hijo Eros, quien, enamorado (¿?) de Psique y sin permitir que ésta jamás contemple su rostro, se convierte en su esposo.

Psique tiene dos hermanas, entre las tres jamás ha habido rivalidad pues si bien estas dos últimas no son tan bellas, sin embargo han encontrado esposos en países lejanos mientras que Psique se consume en la soledad, y, económicamente van tirando.

Cuando Eros permite la visita de las hermanas, vemos que las hermanas de Psique la envidian, que, probablemente lo han hecho siempre, pero hasta ahora no había motivo para darlo a demostrar.

Y es tan poderoso el odio que siempre en el espíritu de los humanos que logran destruir el matrimonio de Eros y Psique.

Y es tan poderosa la necesidad de venganza, que Psique es el escalón hacia la muerte de sus hermanas.

Puesta Psique a prueba por Venus, pruebas que supera con ayuda, terminando Eros apiadándose de su mujer, permitiendo el mismo que le encuentre.

La hija fruto del amor es Voluptuosidad.

Este pequeño dato es el que me hace pensar que, haya o no moraleja, el fin y el principio del amor pertenece al campo de la carne y no al del espíritu.

Antonio Betancor dice en sus apostillas “puede que Apuleyo encontrase estimulante lo que para nosotros es una condena a la irresolución, a vivir con ese mojigato temor de que la vida espiritual de la tribu humano no sea más que una tomadura de pelo”. Estas palabras me inducen a pensar más aún en la carnalidad inherente a la fábula de Eros y Psiqué, si no hay más allá ni los dioses existen, vivimos el presente. “Apuleyo debió saber que los rigores de la inteligencia son una turbadora disciplina emocional que exige del alma la prueba de pasar por el infierno de tener que afrontar, una y otra vez, el desvalimiento, la alineación y la humillante y paralizadora inseguridad de no saber nada”.

Y esto me ha pasado a mi tras leer Eros y Psiqué: que no sé nada.

No puedo evitar pensar en el Banquete de Platón tras la lectura de Eros, donde allí era una constante hablar del amor espiritual y de las bondades del enamorado, de las virtudes del amor, aquí en EyS, una bella historia de amor donde, simplemente, triunfa el amor sobre todos los defectos del espíritu: la envidia, la ira, la soberbia, .....

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